¿Sabías que tu ansiedad podría estar relacionada con Hashimoto?

Imagina que tu cuerpo es como una nevera. Cuando funciona correctamente, mantiene todo en equilibrio: ni demasiado frío ni demasiado caliente. Pero, ¿qué sucede si empieza a fallar? Los alimentos ya no se conservan bien, se descomponen o no están lo suficientemente fríos. Así actúa tu tiroides: regula tu metabolismo, energía y emociones. Cuando la tiroiditis de Hashimoto interfiere, ese equilibrio esencial se desmorona.

Hashimoto vs. Hipotiroidismo: ¿Cuál es la Diferencia?

 La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune donde el sistema inmunológico ataca la glándula tiroides, provocando inflamación crónica y disminuyendo la producción de hormonas tiroideas. Hashimoto es una causa común de hipotiroidismo, pero existen otras, como la deficiencia de yodo o tratamientos médicos. Tenemos que mencionar también el hipotiroidismo subclínico, en el que los niveles hormonales están ligeramente fuera de rango clinicamente, sin embargo los síntomas se presentan igualmente.

Hashimoto y Ansiedad: Un Círculo Vicioso Difícil de Romper

 Las hormonas tiroideas no solo son fundamentales para el metabolismo, sino también para la regulación del sistema nervioso central. Cuando están en déficit, se alteran neurotransmisores clave, como la serotonina y la dopamina, lo que puede llevar a síntomas de ansiedad como nerviosismo, palpitaciones y miedo inexplicable, creando un ciclo difícil de romper

Depresión y Hashimoto: Un Impacto Profundo en la Salud Mental

La depresión es común en Hashimoto. La reducción de hormonas tiroideas afecta la producción de serotonina, un neurotransmisor clave para el estado de ánimo. Un estudio reveló que hasta el 63% de las mujeres con Hashimoto experimentan síntomas de depresión, destacando la importancia de un tratamiento integral que equilibre las hormonas tiroideas y apoye la salud mental.

La fatiga extrema, la pérdida de interés en actividades cotidianas y la sensación de desesperanza que acompañan a la depresión en Hashimoto son particularmente debilitantes.

Colesterol y Hashimoto: Un Asunto que No Debes Pasar por Alto

 La relación entre el colesterol alto y la tiroiditis de Hashimoto es un aspecto crucial que no debe ignorarse. La clave para entender esta conexión radica en el papel que juega la tiroides en el metabolismo del colesterol, especialmente en el hígado. 

El hígado es el principal órgano encargado de metabolizar el colesterol. Las hormonas tiroideas, como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), son esenciales para regular esta función. Estas hormonas facilitan la conversión del colesterol en ácidos biliares, que son necesarios para la digestión y absorción de grasas. Además, las hormonas tiroideas ayudan a controlar la cantidad de colesterol que el hígado libera en la sangre. 

Cuando la producción de hormonas tiroideas disminuye, como ocurre en la tiroiditis de Hashimoto, el hígado se vuelve menos eficiente en la conversión de colesterol. Como resultado, los niveles de colesterol LDL (el colesterol "malo") pueden aumentar en la sangre, ya que el hígado no está procesando y eliminando el colesterol de manera efectiva. 

Parásitos y Hashimoto: Lo que Dice la Ciencia 

Recientes estudios han comenzado a explorar la relación entre la tiroiditis de Hashimoto y la presencia de parásitos intestinales como Blastocystis hominis. 

Se ha observado que estos parásitos pueden contribuir al desarrollo de síntomas autoinmunes al aumentar la permeabilidad intestinal, lo que se conoce como "intestino permeable". Este desequilibrio en el microbioma intestinal no solo exacerba síntomas relacionados con el síndrome de intestino irritable, sino que también podría agravar la respuesta autoinmune en personas con Hashimoto. 

Considerar la salud intestinal, incluyendo la posible presencia de parásitos, es fundamental en un enfoque integral para manejar Hashimoto. 

Tips de Alimentación y Hábitos para Hashimoto

 Evita Alimentos Inflamatorios: Hashimoto es una condición autoinmune que puede verse agravada por la inflamación en el cuerpo. Los alimentos como el gluten, los lácteos, y los azúcares refinados pueden desencadenar inflamación y, por lo tanto, es recomendable reducir su consumo.

 Incorpora Alimentos Ricos en Selenio y Zinc: El selenio y el zinc son minerales esenciales para la función tiroidea. Puedes encontrar selenio en alimentos como las nueces de Brasil, pescados como el atún y los huevos, mientras que el zinc está presente en las semillas de calabaza, las lentejas y la carne de res. 

Mantén una Dieta Rica en Fibra: La salud digestiva es crucial en el manejo de enfermedades autoinmunes. Una dieta rica en fibra, proveniente de frutas, verduras, y granos integrales, ayuda a mantener una flora intestinal saludable, lo que a su vez apoya el sistema inmunológico. 

Incluye Grasas Saludables: Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, los aguacates y los pescados grasos, son antiinflamatorias y pueden ayudar a mantener el equilibrio hormonal. 

Bebe Suficiente Agua: Mantenerse bien hidratado es esencial para la función tiroidea y el bienestar general. El agua ayuda a mantener la digestión en movimiento y apoya el proceso de desintoxicación natural del cuerpo. 

¿Has pensado en la causa emocional? 

Desde la perspectiva de la biodescodificación y la Nueva Medicina Germánica (NMG),  la tiroides se asocia a menudo con el "tiempo" y la "expresión". Específicamente, se cree que la tiroides está relacionada con conflictos en los que la persona siente que el tiempo es insuficiente, que está corriendo contra el reloj, o que no puede avanzar lo suficientemente rápido en la vida. 

Esto puede manifestarse en situaciones donde la persona siente una presión interna para acelerar o ralentizar ciertos aspectos de su vida, lo que puede generar un estrés constante. 

Por ejemplo, una persona con Hashimoto podría estar enfrentando un conflicto interno relacionado con la necesidad de avanzar más rápido en su vida o carrera, pero al mismo tiempo sentirse atrapada o incapaz de hacerlo. Este conflicto entre la urgencia por moverse y la sensación de estar estancado puede activar una respuesta autoinmune, donde el cuerpo ataca la tiroides, reflejando simbólicamente ese "autoataque" emocional.

 Aunque estas causas emocionales a veces requieren un trabajo terapéutico, explorar y expresar estos conflictos emocionales puede ser un complemento poderoso para mejorar el bienestar general 

¿Cómo puede ayudar la Acupuntura? 

 Mejora de la Función Tiroidea: A través de la estimulación de puntos específicos, la acupuntura puede ayudar a regular la función tiroidea, mejorando la producción de hormonas y aliviando los síntomas de hipotiroidismo. 

Reducción de la Inflamación: La acupuntura tiene un efecto antiinflamatorio que puede ayudar a reducir la respuesta autoinmune que daña la tiroides en Hashimoto.

 Alivio del Estrés y la Ansiedad: Al activar el sistema nervioso parasimpático, la acupuntura ayuda a calmar el cuerpo y la mente, reduciendo los niveles de estrés que pueden agravar la condición. Esto es crucial en el manejo de los síntomas emocionales y físicos asociados con Hashimoto.

Apoyo a la Salud Digestiva: Dado que la salud intestinal es fundamental para la función inmunológica, la acupuntura también puede utilizarse para mejorar la digestión y apoyar la absorción de nutrientes esenciales para la tiroides. 

Inmunomodulación: Ésta, al igual que otras enfermedades autoinmunes tienen cierta relación con la reactivación viral de EBV y CMV, por ello es necesario restablecer la respuesta inmune. Complementar tu tratamiento con terapias como la acupuntura, la nutrición adecuada y el manejo de conflictos emocionales es crucial para abordar todos los aspectos de Hashimoto.

En resumen, la tiroiditis de Hashimoto es una condición compleja que afecta múltiples aspectos de la salud, desde el metabolismo y la función tiroidea hasta el bienestar mental y emocional.

Recuerda que cada persona es única, y el tratamiento de Hashimoto debe adaptarse a tus necesidades individuales. Al adoptar un enfoque holístico, no solo estás cuidando de tu tiroides, sino también de tu bienestar general, dándote la mejor oportunidad para restaurar el equilibrio en tu cuerpo y mente.